¿Le interesa a Dios la política?




Los cristianos podemos caer en dos extremos igual de peligrosos, creer que la única forma de cambiar la nación es dejar los templos e ir a los partidos políticos a gobernar justamente o muy por el contrario quedarnos en los templos solo a observar como los malos gobernantes destruyen la nación e imponen leyes anti bíblicas en muchos casos, y predicar sobre lo malo que es el gobierno y lo mal que esta el mundo.

En esta ultima nos hemos quedado por mucho tiempo, conocemos la palabra de Dios, somos salvos y como ciudadanos de nuestra nación, nos damos cuenta de lo mal que va el país, pero que va, de todas formas, algún día este mundo se va a acabar.

Esta actitud tergiversa una verdad, la verdad que el mundo pasará, muchas veces también mal usamos otra verdad fundamental; la segunda venida de Cristo. Y si bien es cierto Jesús regresará y este mundo y su sistema pasará. NO es menos cierto que estamos en él y tampoco deja de ser realidad que como cristianos no podemos ser ajenos a la realidad política de nuestra nación, aun cuando si esperamos Cristo venga.

Pero al entender esto podemos desplazarnos al otro extremo, el pensar que la única forma de cambiar la nación es que los que nos consideramos justos, hijos de Dios, tomemos las armas de la política y vayamos a hacer un buen gobierno en el nombre de Dios.

Y en este último punto veo un peligro fundamental, ya que podemos vernos tentados pensar que la iglesia como institución debe hacer política, ya que los que se hacen llamar políticos, en vez de hacer de esta última el arte de gobernar, la han vuelto el arte de enriquecerse.

Sin embargo la historia ha demostrado lo dañina que resulta esta unión, y es que la iglesia no es un ente de gobierno, y mucho menos un ente de color político alguno, si no que la iglesia es el cuerpo de Cristo. El cristianismo no es una ideología ni color político, sino la vida del seguidor de Cristo, el único que puede salvar al ser humano.

¿Pero que propongo entonces? No me mal interpretes, si creó que un seguidor de Cristo puede hacer política, pero también creó que Dios ha llamado reyes y sacerdotes. A unos los ha llamado a gobernar sin dejar de ser santos y sin olvidar sus mandamientos.

Y a otros los ha llamado a guiar la gente hacia su presencia y si intentas hacer ambas al mismo tiempo corres el riesgo de descuidar una u otra, o aun peor el riesgo de hacer algo que Dios no te llamó y no hay peor cosa que tener éxito en algo sin el respaldo de Dios.

Si eres de esos que quieres hacer bien a la nación a través de la política bien hecha Dios tiene una palabra para ti; Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; (Col 3:23 RV 1960)

Si tu llamado no está en el servicio público, Dios tiene una palabra no menos importante para ti también;  Nunca dejen de orar. (1Ts 5:17 PDT)

Sea que seas llamado al gobierno, al sacerdocio o no, nunca dejes de orar por los gobernantes, no menosprecies el poder de Dios a través de la oración.

...La oración eficaz del justo puede mucho. (Stg 5:16 RV 1960)


#Mánager

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