El llamado ¿Cómo descubrirlo?


 Como ya sabemos el llamado es ese momento de encuentro entre el señor y tú, esa coalición para un bien mayor, a todo el mundo le llega ese momento del encuentro pero quizás no todos han tenido el “llamado” o posiblemente no sepas para qué estas siendo llamado.


¿Qué es el llamado?

Creo que como yo, has escuchado mucho esta palabra, ¿pero qué significa en realidad?

“Por lo tanto, yo, prisionero por servir al Señor, les suplico que lleven una vida digna del llamado que han recibido de Dios, porque en verdad han sido llamados. Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. Hagan todo lo posible por mantenerse unidos en el Espíritu y enlazados mediante la paz. Pues hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, tal como ustedes fueron llamados a una misma esperanza gloriosa para el futuro.”
Efesios4:1-4

Es curioso ver como en 4 versículos pablo hace referencia a la palabra “llamado” 3 veces, porque a la hora de preguntarme que es el llamado, surgen 3 preguntas más que pueden ayudarnos a entender lo que es.

           1-¿Por qué hemos sido llamados?
           2-¿A que hemos sido llamados?
           3-¿Para qué hemos sido llamados?

Hay más preguntas que podríamos hacer como: ¿por quién?, ¿Cuándo? Y muchas más, pero considero que esas respuestas ya la sabes y estas 3 nos ayudan a entender mejor lo que es el llamado.

¿Por qué?

En términos simples, porque estábamos lejos, así de sencillo. Jesús llamo a sus discípulos, porque estaban lejos o apartados, en Lucas capitulo 5, vemos como primero se produce la “coalición” entre Jesús y una parte de sus discípulos y luego se produce el llamamiento.

Dios te llama porque te conoce, sabe lo que puedes hacer, conoce tu espíritu, tus capacidades y debilidades y por esa razón te hace un llamado especial a ser parte de su cuerpo.

¿A qué?

Hemos sido llamados al arrepentimiento (Lucas 5:32) pero esto no se queda ahí, estamos llamados cambiar de rumbo, así como los discípulos dejaron todo por seguir a Jesús. Luego de la coalición y del arrepentimiento, estamos llamados a trabajar, cumplir con una función dentro del cuerpo de Cristo, y cada uno tenemos un llamado diferente, único y complementario para el cuerpo de Cristo.
Quizás estas llamado a ser evangelista, pero tu llamado es único, el hecho de que hayan mas evangelistas no quiere decir que Dios los ha llamado a hacer lo mismo, si existe un trabajo en común, pero la forma de hacerlo, el lugar, las personas y muchos aspectos más, cambian para cada miembro del cuerpo de Cristo.

¿Para qué?

Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, quien está sobre todos, en todos y vive por medio de todos.
Efesios 4:5-6

Los para que son muchos e independiente a cada persona, pero podríamos englobarlos en:
          a-Para unificar el cuerpo de Cristo (Efesios 4:2-3)
          b-Para predicar la palabra de Dios (Mateo 28:18-20)
          c-Para desarrollar una función específica (1 corintios 12:7-11)

Y aquí caemos en el punto que quiero tratar en este estudio, ¿Cuál es la función que desarrollo dentro del cuerpo de Cristo? ¿Cómo descubrir mi llamado?
Es necesario que entiendas que todos como parte del cuerpo de Cristo debemos cumplir con una función en común, predicar su palabra, ahora cada quien lo hace de diferente forma, ¿Cómo encontramos la tuya?

     1-Dios llama a quien está trabajando. Los discípulos de Jesús estaban trabajando en el momento de su llamamiento, David por igual, Gedeón, y así podríamos continuar haciendo mención de todos los hombres que Dios llamo, (Así que si todavía no sientes el llamado, probablemente sea por esto)

      2-Negación. No todos aceptamos el llamado a primeras instancias como los discípulos, Gedeón en pocas palabras le dijo al señor que no tenía la capacidad para liberar al pueblo, Moisés por igual, pero hay algo en común, estas personas reconocen que no tienen capacidad humana para realizar el trabajo que Dios quiere, sino que es con el respaldo de Dios.

      3-Deseo y acción. Tu llamado va de la mano con el deseo que sientes por mejorar algo, por hacer algo nuevo, porque las personas conozcan de Dios, porque el templo del señor este bien organizado y limpio, esa pasión que sientes dentro de ti por hacer algo para el señor, pero debes accionar, tu deseo debe convertirse en acción.

Si sientes pasión por que las personas conozcan de Dios, no esperes a que te entreguen un micrófono, predica con tu ejemplo y a tus amigos, si tienes la pasión por cantar para el señor, no esperes que te integren al grupo de alabanza, tu adoración es dirigida a Dios, y él la recibe de igual manera, estés en el altar, en una silla o en tu habitación.

Quizás no sientas pasión por ninguno de los ministerios de tu congregación, algo que yo escriba o que te diga tu pastor no va a cambiar eso, si este es tu caso te recomiendo que crees una relación con el Espíritu Santo quien te guiará y te mostrara lo que debes hacer.

El trabajo del señor provoca cansancio físico, conlleva de muchos sacrificios y puede en ocasiones no gustarnos, pero cuando vemos el resultado entendemos el porqué de todas estas cosas y podremos decir una frase que escuche en voz de Agapito Taveras (un pastor que admiro mucho).

“Vale la pena gastarse para Dios”

#Maestro

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