El llamado - Ensanchado






Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.
(Isa 54:2-3 RV 1960)


¿Qué pensarías si te muestro una planta que no crece? Aun más dramático seria presentarte un ser humano que tiene deficiencias en su crecimiento.


En los escritos anteriores hemos estado desarrollando la serie del llamado, y en esa misma línea hoy queremos hablarte del crecimiento, del desarrollo que este debe experimentar.


Como nos dio a entender la pregunta anterior, todo ser saludable debe crecer, de lo contrario estaríamos ante un problema de algún tipo.


Muchos de nosotros, pasamos el primer escalón de conocer a Dio, luego el siguiente nivel de buscar al Señor constantemente, de inmediato continuamos integrándonos al servicio en alguna área de nuestra congregación (si no has dado ninguno de estos pasos te invito a que lo hagas como parte del desarrollo de tu llamado), sin embargo luego de estas cosas, algunos pocos conocen su llamado, no obstante, aun no es tiempo de cantar victoria.


No es suficiente con que conozcas que Dios, te llamó a hacer, ni siquiera con que lo hagas, es necesario que sepas que hay más y que aquel que te llamó desea que ese llamado alcance su máximo potencial.


A continuación veamos algunas formas en la que nuestro llamado crece:


1.      Relación con Aquel que nos llama

Si piensas que cuando ya estás ejerciendo tu llamado y viendo las cosas que tanto has soñado  y orado suceder debo decirte, que no debes dejar de orar, si fue difícil el camino para llegar allí, necesitarás mucha más oración para mantenerte.

2.      Fe

En escritos anteriores hablamos de Moisés en relación al tema del llamado, y esta ocasión no es la excepción, ya que al igual que con el líder hebreo, la fe que te sacó de Egipto, no es la misma fe que hará descender maná diariamente.

Necesitas aun más fe para que tu llamado no se quede estancado, ni caigas presa del conformismo.

La fe con que subes, no es la misma que te mantiene, ve por más, cree por algo mayor.


3.      Territorio

Cuando el verso que leímos antes, no habla de estacas,  nos muestra que nuestro llamado, en cierto punto, deberá alcanzar más territorio, más personas, no te limites a alcanzar a unos pocos, si no que así como el llamado de Dios sobre Abraham no solo le llevó a ser el padre del pueblo de Israel, si no el padre de todo aquel que tiene fe, de igual forma deja que Dios te guie alcanzar más.


Si Dios te ha llamado no te limites, no tengas miedo, si no cree porque Dios te guiará a ser ensanchado.


Y recuerda que La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos.

(Hag 2:9 RV 1960)

Ruddy Reyes

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