Verdadera Prosperidad



Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. (3Jn 1:2 RV 1960)

            En el tiempo de navidad la gente suele decir “Feliz navidad y  próspero año nuevo” Todos queremos que el año que empieza sea mejor, y en este tiempo tantas frases como esta se ven por todos lados, y aun más en esta era de las llamadas redes sociales.

            Sin embargo así como decíamos en la entrada anterior, es preciso volver ad fontes.
Quizás tú seas de los que ya se han propuesto volver al gimnasio en enero a pagar físicamente todo lo que comiste en diciembre. O tal vez seas de los que se proponen que este será el año de la libertad financiera, el año de orar más o el año en que lograré tal o cual cosa.

            Es bueno que nos pongamos metas y objetivos, es bueno que esperemos lo mejor del próximo año, es bueno que queramos crecer en cualquier área. Pero todas estas metas serán como un edificio sin bases si descuidamos el área más esencial de nuestra vida.

            El Apóstol Juan en su carta nos da el secreto para que este año así como toda nuestra vida pueda ser realmente próspero.

            Juan no nos habla de una prosperidad rápida, como hoy venden muchos, fruto de la sociedad capitalista en la que vivimos, no habla de una prosperidad meramente económica como hoy muchos piensan.

Dios a través de Juan nos habla y muestra cual es la verdadera prosperidad.

Más pobreza exterior no es más santidad y más riqueza económica no significa más bendición.

            Tu año será realmente un próspero año nuevo cuando tu alma realmente prospere. Y la única forma de que nuestra alma prospere es cuando esta se conecte con su fuente con su creador.

            Pero seguro te preguntas ¿Cómo aplico esto a mi vida? Aquí tienes algunos de nuestros artículos y estudios que te ayudaran a hacerlo:



#Mánager

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